sábado, 1 de junio de 2013

LOS SIETES SABERES NECESARIOS A LA EDUCACIÓN DEL FUTURO. (Análisis)


Morín E.( 1999. Los sietes saberes necesarios a  la educación del futuro. UNESCO. Paris -Francia

El texto del autor se presenta con una estructura de capítulos, títulos y subtitulos en donde se desglosan  siete aspectos  o siete saberes fundamentales  que la educación del futuro debería tratar en cualquier sociedad y en cualquier cultura sin excepción alguna ni rechazo según los usos y las reglas propias, como son: Las cegueras del conocimiento : el error y la ilusión, Los principios de un conocimiento pertinente, Enseñar la condición humana, Enseñar la identidad terrenal, Enfrentar las incertidumbres, Enseñar la comprensión y  La ética del género humano.
El Titulo Las cegueras del conocimiento: el error y la ilusión  contiene los siguientes subtitulos 5  en totalidad: El talón de Aquiles del conocimiento, El impriting y la normalización, La neología: posesión, lo inesperado, La incertidumbre del conocimiento.
El  Titulo los principios de un conocimiento pertinente, contiene los siguientes subtitulos, 3 en totalidad: De la pertinencia en el conocimiento, La inteligencia general,  Los problemas esenciales.
El titulo de enseñar la condición humana, contiene los siguientes subtitulos 5 en totalidad: Arraigamiento o desarraigamiento  humano, lo humano del humano y Unitas multiplex: la unidad,  la diversidad humana.
El titulo de enseñar la identidad terrenal, contiene los siguientes subtitulos 3 en totalidad: La era planetaria, El legado del siglo XX y la identidad,  La conciencia terrenal.
El titulo de enfrentar las incertidumbres, contiene los siguientes subtitulos 5 en totalidad: La incertidumbre histórica, La historia creadora y destructiva, Un mundo incierto, Enfrentar las incertidumbres, La impredecibilidad a largo plazo.
El titulo de  enseñar la comprensión, contiene los siguientes subtitulos 5 en su totalidad: Las dos comprensiones, Una educación para los obstáculos de la comprensión, La ética de la comprensión,  La conciencia y la complejidad humana, Comprensión, ética y culturas planetarias.
El titulo la ética del género humano, contiene los siguientes subtitulos 3 en totalidad: El bucle individuo o sociedad: enseñar la democracia, el bucle individuo o especie: enseñar la ciudadanía terrestre, La humanidad como destino planetario.
Esta obra plantea el análisis de los diversos tópicos como son  el saber científico sobre el cual se apoya este texto para situar la condición humana no sólo es provisional, sino que destapa profundos misterios concernientes al Universo, a la Vida, al nacimiento del Ser Humano. Aquí se abre un indecidible en el cual intervienen las opciones filosóficas y las creencias religiosas a través de culturas y civilizaciones.
 Morín inicia sus reflexiones cuestionando la educación de que no ha proyectado sus instrumentos persuasivos en motivar a las personas en conocer, es decir la persona va comprendiendo la vida  y sus relaciones como producto  de ideas vagas y superficiales , no atendiendo a interpretar la realidad por si misma. Es necesario desarrollar un estudio de las características biológicas y humanas de los procesos mentales del hombre  para ver el entorno y sus relaciones  con certeza y no con ilusiones; en donde se destaca que el papel del conocimiento es apreciar el entorno y sus relaciones de forma integral y global, en el que el ser humano sea no solo capaz de identificar los objetos si no aprender de ellos y de su lugar en el marco de la naturaleza. Es muy diciente el hecho de que la educación, que es la que tiende a comunicar los conocimientos, permanezca ciega ante lo que es el conocimiento humano, sus disposiciones, sus imperfecciones, sus dificultades, sus tendencias tanto al error como a la ilusión y no se preocupe en absoluto por hacer conocer lo que es conocer
Según  Las Cegueras del Conocimiento: el autor expresa que  la educación es aquella que por convicción cumple una función de comunicar conocimientos, y no se toma en cuenta el conocimiento humano, sus disposiciones, sus imperfecciones, sus dificultades, sus tendencias tanto al error como a la ilusión y no se dedique a difundir  lo que es conocer. La educación debe revelar que no hay conocimiento que no esté, de alguna manera  amenazado por el error y por la ilusión. El perfeccionamiento del conocimiento científico es un medio poderoso de localización de errores y de disputa contra las ilusiones. En este sentido, los paradigmas que controlan la ciencia pueden desarrollar ilusiones y ninguna teoría científica está protegida para siempre contra el error. Así por consiguiente, el conocimiento científico se debe tratar de manera holística.
Los paradigmas se interpretan como  aquel que define la selección y la determinación de las operaciones lógicas. Designa las categorías fundamentales de la inteligibilidad y efectúa el control de su empleo. Determinan que  los  individuos conozcan, piensan y actúen según los paradigmas inscritos culturalmente en ellos.
Es importante mencionar que los Principios de un Conocimiento Pertinente: se derivan de la necesidad de promover un conocimiento capaz de afrontar los problemas generales y fundamentales para inscribir en ellos  los conocimientos parciales y locales. La hegemonía de un conocimiento fraccionado según las disciplinas impide a menudo operar el vínculo entre las partes y las totalidades y debe dar paso a un modo de conocimiento capaz de aprehender los objetos en sus contextos, sus complejidades, sus conjuntos. Bastien C. expresa que « la evolución cognitiva no se dirige hacia la elaboración de conocimientos cada vez más abstractos, sino por el contrario, hacia su contextualización »  la cual determina las condiciones de su inserción y los límites de su validez. Bastien añade que « la contextualización es una condición esencial de la eficacia ».(p.18).
En este contexto el conocimiento pertinente debe enfrentar la complejidad, cuando son inseparables los elementos diferentes que constituyen un todo y que existe un sistema articulado, interactivo entre el objeto de conocimiento y su contexto, las partes y el todo, las partes entre ellas. Por esto, la complejidad es la unión entre la unidad y la multiplicidad.
De igual manera los grandes problemas humanos desaparecen para el beneficio de los problemas técnicos y particulares. La incapacidad de organizar el saber disperso conduce a la atrofia de la disposición mental natural para contextualizar y globalizar. La inteligencia parcelada, fragmentada, mecanicista, reduccionista, rompe lo complejo del mundo en fragmentos separados, fracciona los problemas, separa lo que está unido,  lo multidimensional. Se trata de comprender un pensamiento que separa y que reduce junto con un pensamiento que distingue y que mezcla. No se trata de abandonar el conocimiento de las partes por el Conocimiento de las totalidades ni el análisis por la síntesis, hay que conjugarlos.
Por consiguiente, nos encontramos en la obra con el enfoque que el autor tiene sobre Enseñar la Condición Humana: donde expresa que el ser humano es  una unidad compleja de la naturaleza  la que está completamente desintegrada en la educación a través de las disciplinas y que imposibilita aprender lo que significa ser humano. Hay que restituirla de tal manera que cada uno desde donde esté tome conocimiento y conciencia al mismo tiempo de su identidad compleja. En este capítulo demuestra cómo, a partir de las disciplinas actuales, es posible reconocer la unidad y la complejidad humanas reuniendo y organizando conocimientos dispersos en las ciencias de la naturaleza, en las ciencias humanas, la literatura y la filosofía y mostrar la unión indisoluble entre la unidad y la diversidad de todo lo que es humano. En este sentido el hombre sólo se completa como ser plenamente humano por su cultura. No hay cultura sin cerebro humano y no hay mente, o capacidad de conciencia y pensamiento sin cultura.
En otro orden de ideas Morin, refleja que enseñar la identidad terrenal implica tomar en cuenta conceptos como el de la mundialización, como fase actual de la era planetaria, significa primero, como lo dijo  Lévy «El surgimiento de un objeto nuevo : el mundo como tal ». Pero entre más atrapados estamos por el mundo más difícil nos es atraparlo.
Lo que agrava la dificultad de conocer nuestro Mundo, es el modo de pensamiento, que  se ha atrofiado en nosotros, en vez de desarrollarla, la aptitud de contextualizar y globalizar, mientras que la exigencia de la era planetaria es pensar la globalidad, la relación al todo y sus partes.
No obstante la complejidad  presenta problema, necesitamos, desde ahora, concebir la insostenible complejidad del mundo en el sentido en que hay que considerar tanto la unidad como la diversidad del proceso planetario, sus complementos y también sus antagonismos. El planeta no es un sistema global sino un torbellino en movimiento, desprovisto de centro organizador, el destino planetario del género humano será una realidad fundamental ignorada por la educación. Siendo el conocimiento de los desarrollos de la era planetaria que van a incrementarse en el siglo XXI y el reconocimiento de la identidad terrenal que será cada vez más indispensable para cada uno y para todos deben convertirse en uno de los mayores objetivos de la educación.
Por lo tanto, las ciencias nos han hecho adquirir muchas certezas, pero de la misma manera nos han revelado, en el siglo XX, innumerables campos de incertidumbre. La educación debería comprender la enseñanza de las incertidumbres que han aparecido en las ciencias físicas en las ciencias de la evolución biológica y en las ciencias históricas. Se tendrían que enseñar principios de estrategia que permitan afrontar los riesgos, lo inesperado, lo incierto, y modificar su desarrollo en virtud de las informaciones adquiridas en el camino. Es necesario aprender a navegar en un océano de incertidumbres a través de archipiélagos de certeza.
En este orden de ideas, toda evolución es el logro de una desviación cuyo desarrollo transforma el sistema donde ella misma ha nacido; ella desorganiza el sistema reorganizándolo. Las grandes transformaciones son morfogénesis, creadoras de formas nuevas que pueden constituir verdaderas metamorfosis. No existen solamente las innovaciones y las creaciones.
Al mismo tiempo Morin señala: que enseñar la Comprensión es al mismo tiempo medio y fin de la comunicación humana, ahora bien, la educación para la comprensión está ausente de nuestras enseñanzas, el planeta necesita afirmaciones mutuas en todos los sentidos, teniendo en cuenta la importancia de la educación para la intuición en todos los niveles educativos y en todas las edades, el desarrollo de la agudeza necesita una reforma de las mentalidades. Tal debe ser la tarea para la educación del futuro.
En consecuencia la comunicación mutua entre humanos, tanto próximos como extraños es en adelante vital para que las relaciones humanas salgan de su estado bárbaro de incomprensión. De allí, la necesidad de estudiar la incomprensión desde sus raíces, sus modalidades y sus efectos. Este estudio sería tanto más importante cuanto que se centraría, no sólo en los síntomas, sino en las causas de los racismos, las xenofobias y los desprecios. Constituiría, al mismo tiempo, una de las bases más seguras para la educación por la paz, a la cual estamos ligados por esencia y vocación.
El egocentrismo se amplía con el abandono de la disciplina y las obligaciones que anteriormente hacían renunciar a los deseos individuales cuando se oponían a los de parientes o cónyuges. La democracia no se puede definir de manera simple, siendo la soberanía del pueblo ciudadano quien comprende al mismo tiempo la autolimitación de esta soberanía por la obediencia a las leyes y el traspaso de soberanía a los elegidos. La democracia comprende al mismo tiempo la autolimitación del poder estatal por la separación de los poderes, la garantía de los derechos individuales y la protección de la vida privada.
Es indudable que la ética del género humano y  la educación deben conducir a una «antropo-ética» considerado el carácter ternario de la condición humana cual es el de ser a la vez individuo « sociedad « especie. La ética no se podría enseñar con lecciones de moral, ella debe formarse en las mentes a partir de la conciencia de que el humano es al mismo tiempo individuo, parte de una sociedad y parte de una especie.  
 De allí, se esbozan las dos grandes finalidades ético-políticas del nuevo milenio: establecer una relación de control mutuo entre la sociedad y los individuos por medio de la democracia y concebir la Humanidad como comunidad planetaria. La educación debe no sólo contribuir a una toma de conciencia de nuestra Patria, sino también permitir que esta conciencia se traduzca en la voluntad de realizar la ciudadanía terrenal.
En estas condiciones, se plantea que las sociedades conocidas como democráticas tienen la necesidad de regenerar la democracia, mientras que, en una gran parte del mundo, las necesidades planetarias nos piden engendrar a su nivel una nueva posibilidad liberal.
En definitiva podemos expresar como conclusión en cuanto al tema planteado por Morin que: el comunicar conocimientos tomando en cuenta el ser humano, presenta dificultades para basarse en la realidad, aunque se tenga un complejo conocimiento del entorno ya que el mismo se convierte en una unidad compleja de la naturaleza, donde la globalización se entiende como la fase actual de un mundo nuevo que emana un sin número de informaciones a cada instante, entendiendo que el fin último de la educación es la comunicación como tarea del presente y del futuro.

          Autores:
         Rodríguez Yileni
         Oropeza Rosmary                                                                   

         Tapia María  

La enseñanza en la posmodernidad. (Ensayo)

En la sociedad actual la escuela siempre se ha considerado un factor que incide de manera significativa en todos los niveles de la comunidad donde funciona, es difícil imaginar una sociedad que no forme a sus miembros en cuanto a valores y habilidades considerándose de esta forma un ente transformador, aunque en el mundo se polemiza sobre si en verdad estudiar produce beneficios palpables, ya que no asegura un bienestar, al igual se plantea que estudiar para la convivencia, la solidaridad, la paz cuando en torno a la escuela la sociedad se muestra individualista  competitiva o agresiva, donde la familia le da poco reconocimiento a la labor docente.
Asimismo, la escuela se ha visto marcadamente influenciada por los procesos políticos como por ejemplo la cubana y la nicaragüense. En las sociedades que cambian la institución escolar se convierte en un instrumento transformador y de indudable medio para el progreso y la convivencia social.
Por lo cual, el texto de la obra Educar en Tiempos Inciertos se presenta con una estructura de capítulos, títulos y subtítulos en donde se desglosan  siete aspectos relevantes para el proceso de transformación que está asumiendo la educación en el mundo, en la construcción de una nueva sociedad, como son: la educación y el cambio social, el trabajo en la sociedad del conocimiento, la ciudadanía en la era de la globalización, encuentro y desencuentro familia-escuela, educación y justicia social, los centros, su organización y su entorno, las transformaciones de la profesión. En cuanto al  Titulo la educación y el cambio social, contiene los siguientes subtitulos  4 en totalidad: El cambio suprageneracional, o la sociedad sin escuelas, El cambio intergeneracional, o la época dorada de la institución, El cambio intergeneracional, o la crisis del sistema educativo, Diversos alumnos y diversos profesores.
En este sentido, el trabajo en la sociedad del conocimiento, contiene los siguientes subtitulos, 3 en totalidad: La sociedad industrial y el desarrollo de la escuela de masas, Los desajustes entre la educación y el mundo del trabajo, Educar en la sociedad del conocimiento. 
En este orden de ideas,   la ciudadanía en la era de la globalización, contiene los siguientes subtitulos, 3 en totalidad: La escuela y la formación del Estado-Nación, La educación intercultural en la sociedad multicultural, La formación humanista en la sociedad global. En el caso del   encuentro y desencuentro familia-escuela contiene los siguientes subtitulos, 3 en su totalidad: Comunidad, familia y custodia: el adiós a la tradición, La socialización de la socialización y el imperialismo escolar, El desplome de la jerarquía escuela- familia. Continúa con  educación y justicia social  que contiene los siguientes subtitulos, 3 en su totalidad: Desigualdad social e igualdad territorial, Las políticas igualitarias y sus desiguales resultados, El difícil equilibrio de igualdad, libertad y diversidad.
Luego encontramos los centros, su organización y su entorno, que  contiene los siguientes subtitulos 3 en su totalidad: La crisis de la organización escolar, o la quiebra del sistema racional, La organización escolar como sistema natural, o la disolución en sus elementos, La necesaria primacía del sistema, o la apertura al entorno. Por  último  aparece  las transformaciones de la profesión, que contiene los siguientes subtitulos 3 en su totalidad: Naturaleza y composición social de la profesión, Estrategia colectiva y jurisdicción profesional, El cambio en los modelos de profesionalidad. Esta obra plantea el análisis de los diversos tópicos de la realidad educativa actual, donde se intenta exponer algunas de las líneas fundamentales de estos procesos de cambio, en la medida en que afectan particularmente a la sociedad, las instituciones escolares y a la  tarea educativa, el autor hace referencia de la poca importancia que la familia le concede a la educación, su escaso reconocimiento a la labor docente, el empeño en utilizar la escuela como una correccional para unos hijos que no saben educar.
Con relación al Trabajo en la Sociedad del Conocimiento, Fernández expresa su criterio en cuanto a la ideología muy extendida, la influencia que la escuela ha tenido y sigue teniendo y su  estrecha relación con la economía y en especial con la organización del trabajo. Luego confirma el nuevo papel de la información y el conocimiento en el proceso económico y las consecuencias de ello para la escuela. (p.27). En este orden de ideas la escuela se convertiría en una estructura intermedia entre la familia y la fábrica, sería el espacio donde el niño aprendería a someterse a los rigores  de la producción   y la recompensa por su esfuerzo y lo más importante debería ser asumida como una conducta social.
De igual manera tenemos en la obra con la Ciudadanía en la era de la Globalización en tal sentido el autor se basa en que a partir del siglo XIX los países están interesados en la expansión de la educación y su organización, de esta manera se tiene un instrumento para la formación de una cultura e identidad nacional, al igual para la generalización de la ciudadanía. Esto fue parte de lo que Marshall llamó los derechos sociales, entendido como la educación básica obligatoria y común. (p.45). Es por ello, que la educación en periodo de la globalización es un factor decisivo para la transformación y avance de la sociedad, ya que de esta manera se crea una conciencia para ejercer los derechos sociales para la convivencia.
Así mismo Fernández aporta acerca del Encuentro y Desencuentro Familia-Escuela en la obra se comenta acerca de la  relación  familia-escuela y se apoya en lo que Octavio Paz expresa sobre  la historia de España y América que era la de encuentros, desencuentros  y reencuentros. El descubrimiento de América propicio la idea de la evolución de la humanidad, de la barbarie a la civilización y que se proyectaría a la escuela. El periodo de la expansión de la escolarización se relaciona con la conquista, siendo está considerada como un encontronazo al igual que la escolarización. Considerando  esto, se puede  decir la escuela se convertiría en el lugar de aprendizaje por excelencia y de fortalecimiento de la familia y la sociedad.
De la misma manera nos encontramos en la obra con educación y la justicia social, al respecto el autor señala: La expansión de la escuela los programas y políticas educativas han ido siempre estrechamente unidos a la demanda de igualdad social. Al menos en el discurso ha estado siempre impregnado por la idea de que la educación debe ser una manifestación e instrumento de la igualdad social. El autor expresa que la escuela de hoy es como la iglesia de ayer, la única fuente de movilidad social de algunos sectores, mientras para otros es una fuente de legitimidad. En cuanto a las desigualdades de clase ocuparon el centro de la política y de los debates escolares, al igual que en Europa y los Estados Unidos ocupan el centro de la escena económica, social y política en general. 
En cuanto a Los centros, su organización y su entorno en la obra el autor nos dice: ¨ las organizaciones incluidas las escolares, son un conjunto de elementos materiales y humanos afectos a un fin o un conjunto de fines ¨ estos elementos unidos formando una complejidad constituyen una estructura, y en la medida que persigue fines y se logra transformar en función de ellos forman un sistema. Cabe destacar que el autor en varias oportunidades expone que: las escuelas primarias fueron concebidas como mecanismo de transformación del entorno, no de adaptación a el y los institutos lo fueron para actuar de un modo selectivo con y sobre una parte aceptada y adaptada del mismo. En este contexto diverso, cambiante, incierto y turbulento una organización no tiene otra solución para sobrevivir, prosperar y desarrollar sus funciones comportarse como un sistema flexible y abierto. En tal sentido comparte la relevante importancia de ver la institución escolar como una organización en la que el funcionamiento para el logro de los objetivos sea su meta a cumplir para la superación social de sus miembros.
 Según las transformaciones de la profesión, el autor señala que la actividad docente no solo cuenta con el dominio o no de los conocimientos a impartir o evaluar así como aspectos tales como la empatía, la fe en el trabajo o el ejemplo personal. Siendo el maestro lo esencial de los recursos de la actividad escolar. La expansión de la escuela pública sometida a reglamentación y con requisitos para ejercer la docencia implica el desarrollo de la misma, como lo que Etzioni ha llamado una semiprofesión, esto significa un profesional con corta formación pero que no ejerce por cuenta propia.
En definitiva, es indudable que la escuela se convierte en un instrumento que se basa en el principio de las organizaciones para el logro de sus metas, para que los maestros se convenzan de la necesidad de innovar para implementar las transformaciones, sin convertirse en obstáculos, donde los alumnos, las familias y el estado logren los fines para las cuales fueron creadas y mantenidas donde las naciones y los sistemas políticos se basen en economías prosperas en donde se logre erradicar en un gran porcentaje el sector de los excluidos de las sociedades, la escuela indudablemente siempre tendrá una estrecha relación con la economía y a su vez con la organización del trabajo. En cuanto al desarrollo económico se le responsabiliza de generar las clases sociales en la sociedad, así pues al momento de la industrialización aparecen la burguesía y el proletariado. De esta manera los estados deciden masificar la educación al igual que la organización, encontrando en ella la formación de una cultura e identidad nacional para la relación directa con los individuos y el arraigo a la ciudadanía. En este orden de ideas se debe entender el proceso de globalización como aquel en el que circulan las mercancías y capitales adelantándose en su momento a las personas e instituciones.
En relación a la crisis de la familia y las comunidades para superarlas es necesario la enseñanza de oficios los cuales han desaparecido debido a que para acceder a un empleo hay que profesionalizarse a diferencia a cuando la escolarización estaba menos extendida se propiciaba enseñar oficios o profesiones para insertarse en el campo laboral desde muy jóvenes, en contraposición a esto la familias actuales obligan a los niños a pasar su juventud en las instituciones escolares donde no se enseña solo se educa. 
La escuela en este sentido ha sido un instrumento de igualación social no existiendo contradicción en el papel reproductor y transformador de la institución escolar, pero esta igualdad consiste en no hacer distinción alguna en tratar a todos de forma igualitaria, siendo el de la escuela no inventar nuevos criterios de justicia que se opongan a los de la sociedad que se consideran legítimos. Según la verdad del mundo actual la educación depende cada vez menos de los individuos y más de las organizaciones.





Fernández M. (2009). Educar en Tiempos Inciertos. Editorial Morata. Tercera    Edición. Madrid.

Publicado por Maria Tapia.