En la sociedad
actual la escuela siempre se ha considerado un factor que incide de manera
significativa en todos los niveles de la comunidad donde funciona, es difícil
imaginar una sociedad que no forme a sus miembros en cuanto a valores y
habilidades considerándose de esta forma un ente transformador, aunque en el
mundo se polemiza sobre si en verdad estudiar produce beneficios palpables, ya
que no asegura un bienestar, al igual se plantea que estudiar para la
convivencia, la solidaridad, la paz cuando en torno a la escuela la sociedad se
muestra individualista competitiva o
agresiva, donde la familia le da poco reconocimiento a la labor docente.
Asimismo, la
escuela se ha visto marcadamente influenciada por los procesos políticos como
por ejemplo la cubana y la nicaragüense. En las sociedades que cambian la
institución escolar se convierte en un instrumento transformador y de indudable
medio para el progreso y la convivencia social.
Por lo cual, el
texto de la obra Educar en Tiempos Inciertos se presenta con una estructura de
capítulos, títulos y subtítulos en donde se desglosan siete aspectos relevantes para el proceso de
transformación que está asumiendo la educación en el mundo, en la construcción
de una nueva sociedad, como son: la educación y el cambio social, el trabajo en
la sociedad del conocimiento, la ciudadanía en la era de la globalización,
encuentro y desencuentro familia-escuela, educación y justicia social, los
centros, su organización y su entorno, las transformaciones de la profesión. En
cuanto al Titulo la educación y el
cambio social, contiene los siguientes subtitulos 4 en totalidad: El cambio suprageneracional,
o la sociedad sin escuelas, El cambio intergeneracional, o la época dorada de
la institución, El cambio intergeneracional, o la crisis del sistema educativo,
Diversos alumnos y diversos profesores.
En este sentido,
el trabajo en la sociedad del conocimiento, contiene los siguientes subtitulos,
3 en totalidad: La sociedad industrial y el desarrollo de la escuela de masas,
Los desajustes entre la educación y el mundo del trabajo, Educar en la sociedad
del conocimiento.
En este orden de
ideas, la ciudadanía en la era de la
globalización, contiene los siguientes subtitulos, 3 en totalidad: La escuela y
la formación del Estado-Nación, La educación intercultural en la sociedad
multicultural, La formación humanista en la sociedad global. En el caso
del encuentro y desencuentro
familia-escuela contiene los siguientes subtitulos, 3 en su totalidad:
Comunidad, familia y custodia: el adiós a la tradición, La socialización de la
socialización y el imperialismo escolar, El desplome de la jerarquía escuela-
familia. Continúa con educación y
justicia social que contiene los
siguientes subtitulos, 3 en su totalidad: Desigualdad social e igualdad
territorial, Las políticas igualitarias y sus desiguales resultados, El difícil
equilibrio de igualdad, libertad y diversidad.
Luego
encontramos los centros, su organización y su entorno, que contiene los siguientes subtitulos 3 en su
totalidad: La crisis de la organización escolar, o la quiebra del sistema
racional, La organización escolar como sistema natural, o la disolución en sus
elementos, La necesaria primacía del sistema, o la apertura al entorno. Por último aparece
las transformaciones de la profesión, que contiene los siguientes
subtitulos 3 en su totalidad: Naturaleza y composición social de la profesión,
Estrategia colectiva y jurisdicción profesional, El cambio en los modelos de
profesionalidad. Esta obra plantea el análisis de los diversos tópicos de la
realidad educativa actual, donde se intenta exponer algunas de las líneas
fundamentales de estos procesos de cambio, en la medida en que afectan
particularmente a la sociedad, las instituciones escolares y a la tarea educativa, el autor hace referencia de
la poca importancia que la familia le concede a la educación, su escaso
reconocimiento a la labor docente, el empeño en utilizar la escuela como una
correccional para unos hijos que no saben educar.
Con relación al
Trabajo en la Sociedad
del Conocimiento, Fernández expresa su criterio en cuanto a la ideología muy
extendida, la influencia que la escuela ha tenido y sigue teniendo y su estrecha relación con la economía y en
especial con la organización del trabajo. Luego confirma el nuevo papel de la
información y el conocimiento en el proceso económico y las consecuencias de
ello para la escuela. (p.27). En este orden de ideas la escuela se convertiría
en una estructura intermedia entre la familia y la fábrica, sería el espacio
donde el niño aprendería a someterse a los rigores de la producción y la recompensa por su esfuerzo y lo más
importante debería ser asumida como una conducta social.
De igual manera
tenemos en la obra con la
Ciudadanía en la era de la Globalización en tal
sentido el autor se basa en que a partir del siglo XIX los países están
interesados en la expansión de la educación y su organización, de esta manera
se tiene un instrumento para la formación de una cultura e identidad nacional,
al igual para la generalización de la ciudadanía. Esto fue parte de lo que
Marshall llamó los derechos sociales, entendido como la educación básica
obligatoria y común. (p.45). Es por ello, que la educación en periodo de la
globalización es un factor decisivo para la transformación y avance de la
sociedad, ya que de esta manera se crea una conciencia para ejercer los
derechos sociales para la convivencia.
Así mismo
Fernández aporta acerca del Encuentro y Desencuentro Familia-Escuela en la obra
se comenta acerca de la relación familia-escuela y se apoya en lo que Octavio
Paz expresa sobre la historia de España
y América que era la de encuentros, desencuentros y reencuentros. El descubrimiento de América
propicio la idea de la evolución de la humanidad, de la barbarie a la
civilización y que se proyectaría a la escuela. El periodo de la expansión de
la escolarización se relaciona con la conquista, siendo está considerada como
un encontronazo al igual que la escolarización. Considerando esto, se puede decir la escuela se convertiría en el lugar
de aprendizaje por excelencia y de fortalecimiento de la familia y la sociedad.
De la misma
manera nos encontramos en la obra con educación y la justicia social, al
respecto el autor señala: La expansión de la escuela los programas y políticas
educativas han ido siempre estrechamente unidos a la demanda de igualdad
social. Al menos en el discurso ha estado siempre impregnado por la idea de que
la educación debe ser una manifestación e instrumento de la igualdad social. El
autor expresa que la escuela de hoy es como la iglesia de ayer, la única fuente
de movilidad social de algunos sectores, mientras para otros es una fuente de
legitimidad. En cuanto a las desigualdades de clase ocuparon el centro de la
política y de los debates escolares, al igual que en Europa y los Estados
Unidos ocupan el centro de la escena económica, social y política en
general.
En cuanto a Los
centros, su organización y su entorno en la obra el autor nos dice: ¨ las
organizaciones incluidas las escolares, son un conjunto de elementos materiales
y humanos afectos a un fin o un conjunto de fines ¨ estos elementos unidos
formando una complejidad constituyen una estructura, y en la medida que
persigue fines y se logra transformar en función de ellos forman un sistema.
Cabe destacar que el autor en varias oportunidades expone que: las escuelas
primarias fueron concebidas como mecanismo de transformación del entorno, no de
adaptación a el y los institutos lo fueron para actuar de un modo selectivo con
y sobre una parte aceptada y adaptada del mismo. En este contexto diverso,
cambiante, incierto y turbulento una organización no tiene otra solución para
sobrevivir, prosperar y desarrollar sus funciones comportarse como un sistema
flexible y abierto. En tal sentido comparte la relevante importancia de ver la
institución escolar como una organización en la que el funcionamiento para el
logro de los objetivos sea su meta a cumplir para la superación social de sus
miembros.
Según las transformaciones de la profesión, el
autor señala que la actividad docente no solo cuenta con el dominio o no de los
conocimientos a impartir o evaluar así como aspectos tales como la empatía, la
fe en el trabajo o el ejemplo personal. Siendo el maestro lo esencial de los
recursos de la actividad escolar. La expansión de la escuela pública sometida a
reglamentación y con requisitos para ejercer la docencia implica el desarrollo
de la misma, como lo que Etzioni ha llamado una semiprofesión, esto significa
un profesional con corta formación pero que no ejerce por cuenta propia.
En definitiva,
es indudable que la escuela se convierte en un instrumento que se basa en el
principio de las organizaciones para el logro de sus metas, para que los
maestros se convenzan de la necesidad de innovar para implementar las transformaciones,
sin convertirse en obstáculos, donde los alumnos, las familias y el estado
logren los fines para las cuales fueron creadas y mantenidas donde las naciones
y los sistemas políticos se basen en economías prosperas en donde se logre
erradicar en un gran porcentaje el sector de los excluidos de las sociedades,
la escuela indudablemente siempre tendrá una estrecha relación con la economía
y a su vez con la organización del trabajo. En cuanto al desarrollo económico
se le responsabiliza de generar las clases sociales en la sociedad, así pues al
momento de la industrialización aparecen la burguesía y el proletariado. De
esta manera los estados deciden masificar la educación al igual que la
organización, encontrando en ella la formación de una cultura e identidad
nacional para la relación directa con los individuos y el arraigo a la
ciudadanía. En este orden de ideas se debe entender el proceso de globalización
como aquel en el que circulan las mercancías y capitales adelantándose en su
momento a las personas e instituciones.
En relación a la
crisis de la familia y las comunidades para superarlas es necesario la
enseñanza de oficios los cuales han desaparecido debido a que para acceder a un
empleo hay que profesionalizarse a diferencia a cuando la escolarización estaba
menos extendida se propiciaba enseñar oficios o profesiones para insertarse en
el campo laboral desde muy jóvenes, en contraposición a esto la familias
actuales obligan a los niños a pasar su juventud en las instituciones escolares
donde no se enseña solo se educa.
La escuela en
este sentido ha sido un instrumento de igualación social
no existiendo contradicción en el papel reproductor y transformador de la
institución escolar, pero esta igualdad consiste en no hacer distinción alguna
en tratar a todos de forma igualitaria, siendo el de la escuela no inventar
nuevos criterios de justicia que se opongan a los de la sociedad que se
consideran legítimos. Según la verdad del mundo actual la educación depende
cada vez menos de los individuos y más de las organizaciones.
Fernández M. (2009). Educar en Tiempos Inciertos. Editorial
Morata. Tercera Edición. Madrid.
Publicado por Maria Tapia.
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